Domingo 08 de diciembre del 2024
El ángel se manifestó a María y le mostró el deseo de Dios de que ella fuera la Madre del Hijo de Dios, y ella aceptó, dándonos de esta manera una lección de fe, aceptación y esperanza; se siente abrumada, pero puede escuchar y entender el mensaje gracias al profundo silencio que llena su ser.
La visita del ángel Gabriel es un mensaje de esperanza, está relacionada con la palabra divina, llega a María con un saludo que la asusta: ¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! ¡El Señor está contigo!, y que a su vez le transmite confianza para dar una respuesta positiva, al dar el Si: María concebiría al Hijo de Dios, a quien se le llamaría Jesús.
La incertidumbre de María por concebir un hijo sin haber conocido varón, se convierte en una profunda disposición al escuchar y aceptar la explicación que el ángel le transmite, con una admirable fe responde: “He aquí la sierva del Señor; hágase en mí conforme a tu palabra”. Esta respuesta no solo deja ver su valentía y entrega, es un modelo de fe y obediencia que nos sigue animando en nuestro diario vivir.
La visita del ángel Marca un nuevo principio, una nueva relación entre Dios y la humanidad. María aparte de convertirse en Madre, es también un lazo que une el cielo y la tierra.
La Lección de Fe y Aceptación que nos deja María nos cuestiona acerca de nuestra relación con Dios, porque María al abrir su corazón y su vida al plan de Dios, nos enseña que la fe es confiar y actuar, incluso cuando no tenemos certeza, porque no siempre podemos ver claramente a la primera, la verdad se revela cuando nos atrevemos a aceptar lo inesperado y a confiar en algo más grande que nosotros mismos, porque que la verdadera grandeza se encuentra en la humildad de servir y aceptar el propósito de Dios en nuestras vidas.
Nuestra propia fe debe convertirse en acciones concretas en beneficio de los demás, podemos concluir que el título de María como “esclava del Señor” es una invitación a reconocer la importancia de la fe, la humildad y el servicio en nuestras vidas, con su ejemplo nos inspira a abrirnos a la voluntad de Dios, a confiar en su plan y a comprometernos a vivir de manera que refleje su amor hacia los demás, nos compromete a ser puentes de unión para aquellas personas que se sienten tristes y abandonadas, si así es nuestro actuar, podremos experimentar la felicidad, que está en darnos a quienes nos rodean .

Hna. Leyder Baracaldo Pinzón.